Sexteto de cuerdas Si bémol mayor Op. 16
La música de Johannes Brahms es un ejemplo de cómo la complicada construcción y la intensa emotividad no sólo no son contradictorias, sino que a veces pueden ser incluso la misma cosa. Pero su música no siempre habla de mundos emocionales ocultos y abstractos. En obras como el Sexteto de cuerda en si bemol mayor Op. 18, experimentamos a un Brahms abierto, directo y a veces incluso arrebatado.
El Sexteto de cuerda en si bemol mayor Op. 18 es el primero de los dos sextetos de cuerda que Brahms compuso en vida. Ocupó a Brahms desde aproximadamente noviembre de 1859 hasta el verano de 1860 y puede describirse como una obra temprana del compositor. Brahms envió la composición a su amigo, el violinista Joseph Joachim, en septiembre de 1860, quien la estrenó con compañeros de confianza en Hannover el 20 de octubre de 1860.
La especialidad del sexteto de cuerda (dos violines, dos violas, dos violonchelos) es su sonido más denso y oscuro, que lo distingue del cuarteto de cuerda.
La evidente concentración en el modelo de movimiento melodía-acompañamiento en este sexteto puede considerarse bastante atípica para la música de cámara en general, y más aún para la música de Brahms. El musicólogo Ludwig Finscher escribió al respecto: «El encanto especial de la obra, que Brahms calificó de forma autodespectiva pero no del todo errónea de “larga pieza sentimental”, reside precisamente en la combinación de una técnica sonora y compositiva tan poco convencional con una melodía casi asombrosamente rica y desinhibidamente emotiva.» La obra consta de cuatro movimientos. El primero, Allegro ma non troppo está en forma de sonata ampliada. Le sigue un sombrío movimiento de variación en re menor. El tercer movimiento es un scherzo desenfadado en fa mayor. El último movimiento Rondo: Poco allegretto e grazioso es formalmente bastante compleja. Combina clímax de desarrollo y momentos líricos.